Google crea una IA capaz de componer música a partir de un texto descriptivo

AUTOR: EL MUNDO

Herramientas basadas en técnicas de inteligencia artificial como Midjourney o Stable Diffusion son capaces de crear imágenes a partir de descripciones en lenguaje natural. ChatGPT es capaz de hacer lo mismo con un texto. Pídele un resumen de 2.500 caracteres de un libro, por ejemplo, o una lista de consejos para ahorrar, y la hará en segundos.

Ahora, Google ha creado otra de estas herramientas generativas que es capaz de imaginar nuevas canciones y melodías basándose sólo en una descripción de texto. Se llama MusicLM y se trata de un modelo que genera música de alta fidelidad a partir de descripciones como por ejemplo “una melodía de violín calmante acompañada por un riff de guitarra distorsionado” o “una fusión de reguetón y música electrónica de baile, con un sonido espacial y de otro mundo”.

El modelo no puede aún crear voces reconocibles para acompañar estos ritmos y melodías pero es mucho más avanzado que otras herramientas similares, capaz de crear composiciones de varios minutos con coherencia interna. Al igual que ocurre con el vídeo, éste es uno de los grandes obstáculos que aún existen para este tipo de herramientas. Dall-E o Midjourney pueden crear una escena muy detallada, pero tienen dificultades para repetirla con pequeñas variaciones que serían necesarias para crear los diferentes fotogramas.

MusicLM, que ha sido entrenado escuchando y analizando más de 250.000 horas de música, sí es capaz de entender la intención del texto descriptivo y plasmarlo en la composición. Si se le pide una canción melancólica de piano, sonará muy diferente a una alegre.

Pero para los músicos quienes esperen utilizarlo pronto hay malas noticas. Google, de momento, no tiene previsto liberarlo como ha hecho OpenAI con ChatGPT o Dall-E. Sus creadores aseguran que aún hay cuestiones éticas importantes que hay que discutir antes de hacerlo público. MusicML, por ejemplo, crea sus composiciones con lo aprendido de otras canciones y melodías, lo que puede llevar a resultados que se parezcan lo suficiente a los originales como para ser considerados plagio.

Es un problema que también afecta a las herramientas centradas en ilustraciones y fotografías y uno que podría empezar a tener consecuencias legales este mismo año.